Principios de funcionamiento e historia:

El agua caliente se puede calentar mediante el sol, ya sea mediante un sistema solar térmico o un sistema fotovoltaico. En la variante solar térmica, el agua a calentar se bombea a un colector solar y allí se calienta directamente con el sol. Este proceso se ha utilizado principalmente en los últimos 50 años. El calentamiento fotovoltaico de agua caliente genera electricidad mediante módulos fotovoltaicos. Este se conduce mediante cables hasta el depósito de agua caliente. La electricidad se convierte en calor en el acumulador mediante un elemento calefactor. Dado que los precios de los módulos fotovoltaicos han bajado aproximadamente un 90% en los últimos años y que el calentamiento fotovoltaico de agua caliente tiene muchas ventajas, esta variante se está consolidando en el mercado. A continuación nos gustaría comparar ambos tipos de producción y presentar las principales ventajas de los productos fothermo.

Exceso de alimentación en el casquillo:

No se pierde energía. Una vez que la caldera fotovoltaica esté completamente calentada, el exceso de energía se puede inyectar fácilmente a la red eléctrica a través de un microinversor fotovoltaico. Esto no sólo ahorra costes de preparación de agua caliente, sino también costes de electricidad en el hogar, como bombas, frigoríficos o ordenadores. No se pierde energía. La inyección adicional del exceso de electricidad duplica aproximadamente el ahorro del usuario y, por tanto, reduce a la mitad el periodo de recuperación. El período de recuperación de una caldera fotovoltaica independiente con alimentación excedente es aproximadamente sólo la mitad del período de recuperación de una instalación solar térmica clásica.

Costes de inversión un 40 % más bajos: cables en lugar de tuberías:

Los costes de inversión para el calentamiento fotovoltaico de agua caliente son alrededor de un 40% más bajos que los de un sistema solar térmico. La razón principal de esto son los menores costos de instalación. Los cables flexibles y delgados se colocan mucho más rápido y más fácilmente que las tuberías aisladas y que transportan agua. La práctica demuestra que las calderas fotovoltaicas independientes (de 200 y 300 litros) se instalan alrededor de un 50% más rápido que los sistemas solares térmicos comparables. Otra razón de los bajos costes de inversión son los menores costes de adquisición de la instalación fotovoltaica, debido a la complejidad significativamente menor de los componentes individuales.

Sin sobrecalentamiento ni congelación:

La caldera fotovoltaica se apaga automáticamente cuando se alcanza la temperatura máxima establecida. Un sistema solar térmico puede sobrecalentarse y destruirse si hay demasiada luz solar. Lo mismo se aplica a la congelación de las tuberías de agua en invierno. Para ambos problemas existen soluciones con los sistemas solares térmicos, pero implican costes de inversión adicionales o un mantenimiento regular. Si bien existe el riesgo de sobrecalentamiento con los sistemas solares térmicos, los productos fothermo pueden utilizar el exceso de energía y simplemente inyectarlo a su propia red eléctrica a través de un microinversor fotovoltaico. Esto también reduce los costos anuales de electricidad.

La calefacción comienza a partir de 7 W de potencia:

Una gran parte de la necesidad anual de agua caliente se puede cubrir con energía fotovoltaica. Las calderas fotovoltaicas independientes cubren entre el 60% y el 75% de las necesidades de agua caliente de una familia. La ventaja de la tecnología fotovoltaica es que produce electricidad o calor incluso en condiciones de poca luz y a baja potencia. Mientras que el sistema solar térmico bombea agua caliente al acumulador sólo cuando el agua de los colectores del tejado está más caliente que el agua del acumulador del sótano. Gracias al innovador y patentado seguidor MPP, los productos fothermo inician el proceso de calentamiento a partir de una potencia fotovoltaica de 7 W. Esta energía es producida por los módulos fotovoltaicos pocos momentos después del amanecer. Esta es una gran ventaja, especialmente en los meses de transición de otoño y primavera, cuando se desea generar la mayor cantidad de calor posible con la limitada energía disponible del sol.

Libre de mantenimiento:

Dado que los productos fotovoltaicos de fothermo no tienen componentes mecánicos instalados, prácticamente no requieren mantenimiento. Por el contrario, las instalaciones solares térmicas cuentan con componentes móviles instalados, como bombas, válvulas o vasos de expansión.

Montaje sencillo por una sola persona:

El peso de un módulo fotovoltaico es de unos 20 kg y puede ser transportado y montado por una sola persona. El peso de un colector solar térmico ronda los 40 kg. Esto garantiza un montaje mucho más eficiente y, por tanto, reduce los costes de adquisición.